Educación Social
- Elena Díaz G.
- 31 may 2022
- 3 Min. de lectura
LOS EJES DE UNIÓN EN LA DIVERSIDAD DE LA EDUCACIÓN SOCIAL: ENCIERRO FOUCAULTIANO.
La Educación Social es creadora de contextos socioeducativos que permiten la incorporación del sujeto de la educación a la diversidad de las redes sociales, y la promoción cultural y social. Enmarcamos, así, a la educación social como derecho de toda la ciudadanía apoyado en la Declaración de Derechos Humanos del 76 y en la Constitución Española del 78. Entendemos, por lo tanto, que el ámbito de intervención de la educación social se centra en el paradigma de la diversidad de los grupos, puesto que va dirigida a toda la ciudadanía, siendo un sello inherente de su intervención. En materia de intervención socioeducativa podemos encontrarnos con numerosos colectivos de intervención y diferentes contextos que necesitan de nuestra labor. No solo refiriéndonos a la educación dirigida a personas vulnerables, sino también para acompañar a aquellas que lo necesiten o lo demanden. Es así un eje vertebrador que interviene en diferentes contextos mediante un enfoque socioeducativo que promueve el ejercicio del derecho de la libertad y la autonomía, refutando el principio de justicia social. Puntos que se comparten en todas sus intervenciones. En este caso, y debido a la complejidad de abarcar la síntesis de todas las intervenciones, nos centraremos en la diversidad de los centros penitenciarios para hablar acerca del ejercicio del derecho de la libertad y la autonomía. Destacando el punto de unión de las cárceles respecto a las demás intervenciones. Así, señalamos la importancia de poner en el foco nuevas estrategias de intervención más humanas y diversas que puedan extrapolarse a otros ámbitos de intervención donde la libertad y el derecho a la educación y dignidad pueda ejercitarse de manera legítima. Apoyándonos en las ideas de Foucault, definimos como encierro foucaultiano (encierro involuntario) a “el espacio de permisibilidad a las prácticas de denigración, rechazo y marginación, bajo resguardo de estrategias de corrección. El encierro involuntario, en lo aparente, juega a la inclusión social, en un marco de exclusión total” (Román) Pero entonces, ¿cómo aplicamos una intervención socioeducativa en un contexto destinado a encerrar y asegurar a personas que estén sometidas a algún tipo de castigo? ¿Cómo normalizamos su situación? En un modelo convencional, la educación se limita a operar como una modalidad más del control penitenciario (Núñez, 2010). En los modelos progresistas se pretende rehabilitar a los presos, en los que incurre la práctica de y hacia la libertad. Se manifestaría así la articulación del orden de lo particular de cada sujeto con el orden de lo social, conservando su autonomía en las decisiones de su futuro. (Caride, 2013) El ejercicio de libertad y autonomía en la Educación Social es intrínseco en todas sus vertientes, incluso en las más coercitivas. Es necesaria en toda su diversidad defender estos conceptos, pues es una unión fundamental de toda la labor de los educadores sociales en sus prácticas de intervención. Citamos así la práctica de autonomía en las residencias de mayores mediante la realización de las tareas, en las capacidades adquiridas por medio de la educación emocional o la mediación en entornos familiares y escolares. Pretendiendo así, que la participación de la educación social en el núcleo de las sociedades – es decir, las familias – fomenta un Estado de Bienestar que se enmarca en la diversidad de usuarios que comprenden toda la ciudadanía. Ejerciendo, por lo tanto, su derecho. REFERENCIAS. Caride Gómez, J. A., & Gradaílle Pernas, R. (2013). Educar en las cárceles: nuevos desafíos para la educación social en las instituciones penitenciarias: Educating in Prisons: New Challenges for Social Education in Penitentiary Institutions. Ministerio de Educación. Núñez Pérez, V. (2010). Espacio carcelario/espacios educativos. En F. Añaños Bedriñana (Coord.), Las mujeres en prisiones. La educación social en contextos de riesgo y conflicto (65-75). Barcelona: Gedisa. Román, C. P. El encierro: ¿protección o mutilación del ser humano?

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